Novela "Recuerdos del pasado" cap 24

Capitulo #24: Siento

-A vos verdaderamente te falla Eugenia! –le dije entrando a nuestro cuarto
-No, no me falla. Pasa que me parece cualquier cosa lo que estás haciendo –reprochó ella
-No entendes que para mí no es fácil?
-Más difícil se te va a hacer si no largar todo lo que sentís. Tenes que ser directa Marian, sino las cosas no salen bien
-Para el que quiere no salen bien. Vos no sabes por todo lo que pase yo, ni tampoco lo viviste, y espero que nunca lo vivas porque es espantoso. Quiero que entiendas que yo no soy como vos y jamás voy a poder serlo. Somos muy distintas, y no podes hacer cosas por mí cuando no te las pido
-Bueno… perdoname, no pensé que iba a ser para tanto –me dijo y se acercó a mí
-A lo que voy es que no estoy segura de volver a enamorarme porque nose como la voy a pasar. Miles de malos momentos se me vienen a la cabeza y siento unas tremendas ganas de no haber nacido y empezar todo de nuevo
-Es lo que estamos haciendo, te tratamos de ayudar en todo lo posible
-Pero ayúdenme bien –pedí- por parte tengo ganas de enamorarme, pero por otras no. Y si estoy con alguien quiero pasarla bien y disfrutar hasta el último dia, no como veces anteriores
-Ok, pero para enamorarte de alguien tenes que estar segura de lo que sentís. Y si queres estar con alguien es mejor que todos esos sentimientos los vayas largando uno por uno y de a poco
-Yo todavía nose si estoy enamorada de tu hermano –y me senté en mi cama y baje la cabeza
-Y está bien, no me voy a enojar –se coloco y me rodeó con un brazo- pero te puedo asegurar que todo lo que sentís por él, en este poco tiempo, te vas a dar cuenta. Ah, y nunca más digas que nosotras dos no nos vamos a parecer, porque aunque no lo creas, somos muy parecidas.

Solo me abrazó y continué aquel abrazo. Después de unos minutos, cada una se acostó en su cama sin hacer tanto ruido para no despertar a Candela, aunque me sonó raro que no haya despertado mientras las dos hablabamos. No me pude dormir al primer instante ya que me quede pensando en todo lo que Eugenia me había dicho, sumándole lo que suponía que Peter quería decirme. Sin duda fue la noche más larga de todas y la que menos descansé. A la mañana del dia siguiente, fui a desayunar sola con Nicolas ya que el resto estaba en clase o durmiendo. Luego de eso me fui al salón de música y agarre una guitarra, una hoja y una lapicera. Sin duda, quería y sentía que tenía que componer. Y lo primero que salió, salió....

Click en LEER MAS para continuar leyendo...

-Siento un vacio que no se llena –canté con la guitarra y luego anoté en la hoja- y… y siento frio y mucha pena –volví a repetir aquel acto- soy la que puedo… la que me dejan… la que… la que se estrella, la que se aleja… si, ssi… si estas tan solo… te doy mis alas… -pensé- volemos juntos y habrá un mañana –anoté y toqué una última nota con la guitarra. Levanté mi cabeza y vi parado en la puerta, apoyado contra el marco de la misma, a Pedro- hace mucho estas aca?
-Digamos que desde el ‘siento un vacio’ –caminó hacia mí y se colocó a mí lado- sigo diciendo que compones muy lindo
-Gracias –solo respondí
-Lali, quiero que por favor hablemos –me miró
-No me la hagas más complicada Peter, es lo único que te pido –y deje la guitarra a mi lado
-No te estoy complicando nada, no te quiero ver sufrir, eso es todo. Por eso voy de frente, digo lo que pienso y lo que siento
-No me quiero enamorar –afirmé
-Y quien está hablando de amor? –me dijo y yo solo levanté la mirada- ves, tenes que aprender a escuchar. Vos podes confiar en mí, pero yo en vos no? Como es la cosa? Lali, aprende a escuchar antes de pensar cualquiera
-Perdoname –le dije- pensé que… no, no me hagas caso –baje mi cabeza
-Pensaste que estaba enamorado de vos? –No contesté- no te equivocas, sí, me gustas y mucho. Pero sé que no te queres enamorar, me lo dijiste recién y lo sabía desde antes. Pero bueno, cuando uno siente que ama no puede decir nada en contra de eso, no? –sonrió de costado- vos sentís lo mismo?
-En verdad, no lo sé. Son cosas raras las que me pasan cuando estoy con vos. Nose si es porque te conozco de algún otro lado, o si es… amor
-Lo que no entiendo es porque no queres volver a enamorarte. Es un desperdicio –acaricio mi mejilla y sonreímos
-Tampoco lo sé. Pero me parece que es, más que nada, por lo que pase con Pablo. Tengo mucho miedo que vuelva a pasar lo mismo –conté
-Pero si yo estoy enamorado de vos y vos de mí, me vas a dejar colgado con mis sentimiento rotos? –dijo, canchero- no eh! Fea la actitud –y reímos
-No puedo creer que esté hablando de este tema con vos que encima me gus… -no termine de hablar, había metido la pata
-Que encima que?
-Que? Que de que?
-Te gusto? –me pregunto, con una gran sonrisa
-Que cosa? Yo? Que yo que… que yo gus… -titubeaba y el solo reía- esta bien, me agarraste –y ahora reí yo- puede ser que me gustes, aunque no estoy muy segura de lo que siento
-Si queres te saco la duda –dijo y lo miré impresionada
-No me beses eh! –casi gritando
-No –rió- no te preocupes, todavía no –me guiñó su ojo y yo golpee su brazo mientras se me escapaba una risa- mi manera de ayudarte es distinta. Me dijiste que no queres volver a enamorarte, ya que todas las veces te enamoraste mal –y asentí- bueno, te propongo un juego en donde estamos anotados los dos
-Y de que trata? –curiosa
-Primero es para ayudarte a enamorarte bien. Y segundo, es para sacarnos todas esas dudas de lo que sentimos uno por el otro
-Ah, una especie de histeriqueo tremendo –dije
-Podría llamarse así. Queres jugar conmigo peti? –sonrió

Era obvia mi respuesta. Después de esa gran charla nos fuimos a nuestras habitaciones. En el camino, con solo mirarnos, ya nos estábamos riendo sin decir palabra alguna. Me acompaño hasta mi cuarto, me saludo con un gran (cuando digo gran, es GRAN) beso en la mejilla y se fue. Cuando entré me encontré con las chicas arreglando las camas.

-Apa, que paso Marianita que tenes esa sonrisa? –consultó Eugenia
-Nada, vengo de hablar con tu hermano –conté
-Me muero muerta, se te declaro el pelado –saltó Candela y posó su mano en el pecho
-No tonta, estuvimos hablando sobre lo que sentíamos y bueno, vamos a hacer un juego
-Un juego? –pregunto la rubia, sin entender
-Al toque-toque? Jodeme! –acotó, nuevamente, Cande
-Eh Cande, cuando tengas algo coherente para decir, decilo, dale? –la miró Euge
-No Can –reí- es un juego para que tengamos más en claro lo que sentimos
-Osea, se van a vivir histeriqueando –opinó la rubia
-Algo así –y sonreí
-Pero pará –freno Candela- el pelado está enamorado de vos?
-Encima de decir taradaces estas re mal actualizada –y la golpeo en la cabeza- pero obvio mujer! Mi hermano siempre le gusto Lali
-Bueh, tampoco siempre –dije
-Sí, siempre, y se acabo aca la charla

Les termine de contar cada detalle de todo lo hablado con Peter, y ellas respondían siempre sacando la sonrisa que las distingue. Antes de ir a la clase de baile, terminé la canción que hoy había empezado. Me gusto como quedo, y cuando tenga la oportunidad, la voy a cantar ante todos. No se me ocurría ningún nombre, pero con la ayuda de Eugenia, y pensando en Peter, se me vino uno a la cabeza: Siento