Novela "Recuerdos del pasado" cap 49

Capitulo #49: Ronda de Amigas

-Para Agustin, tenemos que hablar –le dije al agarrarlo del brazo
-No tengo tiempo, tengo cosas que hacer –me dijo y ya se quería alejar de mí
-Yo fui la que te beso en el cumpleaños de Peter –y me miro- yo… yo fui la chica a la que besaste
-Que?
-Sí, fui yo y sé que te gusto tanto como a mí –me acerqué a él- o me equivoco? –y acerque mi boca a la suya para comenzar a besarnos desenfrenadamente…

-Para, para, desenfrenadamente? –pregunto Eugenia riendo mientras, estábamos las tres tiradas en el piso alfombrado de la habitación, y depilaba mis piernas
-Bueno sí, una manera de decir, es para ponerle onda a la cosa chicas
-Bueno dale, y después que paso? –pregunte
-Lo peor –contestó

-Agustin? –pregunto alguien- que haces?
-Daniela –al separarse de mí- no para, no es lo que parece
-Ay por favor! Típica la frase que estas usando, sos un tarado nene!
-No para! Ella me besó
-Perdón? –pregunte con mi tono de voz elevado
-Morite pendejo–dijo Daniela y salió
-No para, Daniela! –Me miro- sos una enferma –y se fue corriendo atrás de su chica.

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-Enferma te dijo? –le pregunte mientras le limaba las uñas
-Sí, sí, me quería morir. Che, cuidado con la lima porque me estas sacando la uña gordi –me avisó
-El enfermo es él –hablaba Eugenia mientras la máquina de depilación la hacía correr por mi pierna- primero se come a una mina haciendo cornuda a la novia y después cuando vos lo besas te dice tarada? Quien entiende a los hombres?
-Che, y nunca pensaste que podría haber estado borracho en el cumple? –consulté
-Es verdad, pero me beso a mí, entendes? A mí!
-Entonces puede ser que sienta algo por vos –dijo Eugenia- AY! Tarada! Cuidado con la cera! –se quejo al sentir un gran dolor cuando Candela tironeo
-Perdón, perdón –calmo Cande- ustedes dicen? Pero ahora estamos peleados, por lo tarado. Mejor cambiemos de tema, vos Euge, como anda todo con Nico?
-AY! –grite yo. Se ve que la pregunta altero la mano de la rubia ya que desplazo con velocidad la maquina sobre mi pierna izquierda
-Perdón, perdón. Nose, nada, que puede pasar? Yo con Nico la re onda viste, pero el problema es mi hermano. Jode mucho con que es más grande que yo y no le gustaría nada que salga con él
-Pero Peter sabe que vos y Nico en este momento andan con roses? –consulto Cande
-No, nunca se entero. Digamos que Lali me cubrió mucho –me miro y sonrió
-Ah. Che, como es eso que son amigas desde los seis años?
-Ay si! –Dijo Eugenia feliz- no es lo mas?
-Sí, pero que raro que vos no sientas nada como sentía Lali cada vez que los veía
-Pasa que yo era chiquita, tenía cuatro años. En cambio ella tenía seis y mi hermano a punto de cumplir los siete
-Ah, che La, que onda con el pelado? –me sonrió
-Ay Cande que manera de hacer preguntas eh –dije y reí- nada, somos… novios
-NOVIOS?! –pregunto alteradamente elevando el tono de voz
-Sí, novios –volví a afirmar
-Y nunca pensabas contarme nada mala amiga?
-Bueno, ahora te estoy contando
-Vos sabias Eugenia?
-Obvio, conviví con ella en todo este tiempo. Encima ahora somos cuñaditas –volvió a sonreír
-Que amor –opinó Cande al vernos tan felices
-Chicas –dijo Peter al entrar a nuestro cuarto- hay clase de canto
-Aaaaaaah! Andate que nos estamos depilando! –gritó Candela con su voz tan aguda
-Bueno para, que es lo extraño? –pregunto él
-Nada –rió Eugenia- no pasa nada Cande. Mi hermano siempre me vio depilándome, acordate que vivo con él
-Exacto, y no solo vi eso, sino muchas cosas más. O no mi amor? –sonrió pícaro
-Sí… sí, clase de que tenemos? –pregunte para cambiar de tema
-Para, de que nos perdimos? –consulto Euge al mirar a ambos
-De nada hermanita, de nada. Que es esta ronda que armaron acá en la mitad de la habitación?
-Se podría decir que algo así como ronda de amigas. Nos contamos nuestros secretos, hablamos de amor…- dije
-Ah, entonces hablaron de mí –dijo Peter canchero y se sentó a mi lado
-Ay que tierno –opinó Candela- los felicito chicos, hacen muy linda pareja
-Gracias Cande –contesté- vos que haces aca sentado? –le pregunte al mirarlo- queres que te depile? –agarre la caja de cera
-No, gracias, paso –y se levantó- vamos a canto? No quiero llegar tarde
-Vamos –respondió la rubia