Novela "Año nuevo, vida nueva" cap 25

Año nuevo, vida nueva.
Capitulo 25; Te amo, no te odio

Abrió lentamente sus ojos y pudo ver como estaba atrapada entre sus brazos. Beso su mejilla para intentar despertarlo. Intento fallido. Beso la otra dos veces, también fallo. Lo sacudió levemente, y tampoco funciono. Susurro su nombre al oído, volvió a fallar. Sin querer hacerlo busco la forma para poder escaparse de aquel cálido abrazo. Una vez que lo hizo, se agacho hasta quedar a la altura de su cara y besó con ternura sus labios. Esta vez no fallo, el chico la reconoció y convirtió aquella unión de labios en un potente beso lleno de amor. No hubo palabras para describir aquel momento, amor, pasión, ternura y muchísimo sueño. La morocha estiro su mano y la estrujo contra el pecho del chico, así lograr separarse y dedicarle una amplia sonrisa. Le explico el motivo del porque levantarlo tan temprano y después de cambiarse partieron los dos para la playa. Sin motivo alguno, llegaron de la mano y con una enorme sonrisa dibujada en sus rostros, como si algo hubiera pasado. Saludaron a todos los presentes y se unieron a la gran charla, que en minutos se terminó. Los cinco varones tomaron la pelota y se alejaron unos pasos para poder jugar, mientras las chicas tomaban sol dadas vueltas y Daniela hacia la ronda de mates. Diez amigos felices en un día totalmente soleado. Sin que se dieran cuenta los chicos planearon absolutamente todo para poder llevarlas al agua, sabiendo que de otra manera no podrían hacerlo. Era siempre lo mismo, ellos por un lado, mientras que ellas tomaban sol. Fue Agustín quien se llevo primero a Candela, haciéndola salir de su pose tras alertarla de que un bicho caminaba a su lado. La delgada comenzó a correr y con un solo empujoncito pudo meterla. Gastón invito a su novia a caminar por la orilla, y una vez que esta se distrajo con la charla del mismo, callo al agua. Con Daniela no hubo...



problema, solita se dio cuenta y salió con Victorio. Quedaban las más difíciles, las más vivas, Eugenia y Mariana. Después de dejar pasar unos minutos para que no sospecharan, Nicolás con unas leves maniobras pudo tomar a Euge entre sus brazos y correr junto a ella hasta el agua. Y ahora si, por fin solos, Mariana y Pedro.

- Mira que si estas acá sentado para hacerme caer en alguna trampita y llevarme el agua te podes ir yendo, porque no voy a caer. –Advirtió Lali, acomodándose para poder verlo-
- No, estoy acá porque quiero aprovechar el tiempo con la más hermosa. –Mintió Juan Pedro acostándose a su lado-
- ¡Que tierno! –Exclamo embobada y beso su mejilla- Che, ¿me pasas bronceador Pipu? –Pregunto alcanzándoselo-

Río y tomo el pote de bronceador. Con un gesto pícaro en su cara, aparto el extenso pelo de Mariana. Lentamente comenzó a pasar sus manos por su espalda, hasta cubrirla totalmente de aquella crema blanca que la protegía del sol. Una vez que ya había cumplido con lo pedido, beso tiernamente su mejilla y fue el quien le pidió que lo hiciera esta vez. Mariana se paro y se puso atrás de él. Una vez que Pedro sintió que ella estaba muy concentrada en lo que hacia dio media vuelta y pudo alzarla entre sus brazos y salir corriendo hacia el agua.

- ¡Pedro! ¡Pedro por favor! ¡Bajame! –Exclamaba la morocha pataleando-
- Perdoname Lalita, pero no puedo quedar como un pollerudo delante de los chicos. –Explico con mayor agilidad en sus pies- No esta tan fría igual.
- ¡No importa! ¡No me quiero mojar!

Tarde. Pedro ya había llegado al mar y la había tirado al mismo. Simulando poner cara de enojada se volvió a acercar a él. “Te odio” pronunciaba reiteradas veces, recibiendo incontables “te amo” de su parte. Tomo su mano a pesar de todo y la aparto un poco de los demás.

- ¿Ves? No esta tan fría. –Pronuncio Juan Pedro con una sonrisa-
- ¡Esta helada Piter! ¡ Te odio ! Y me estoy muriendo de frio. –Respondió temblando, pasando sus manos por su brazo-
- Yo se que no me odias, me amas. Y que tengas frio no es un problema, para eso estoy yo. –Explico y se abalanzo hacia ella para abrazarla- ¿Así esta mejor? –Pregunto una vez que la tenia en sus brazos-
- Mucho mejor –Pronuncio y sonrió-

Sonrieron y una vez que Mariana se encontraba con sus piernas entrelazadas con las de él se perdieron en aquella agua cristalina. Lali se aferro más a él, tomandolo firmemente de los hombros al notar que se estaba tambaleando y en cualquier momento caía para atrás. Pedro solo nadaba sin ninguna intención de salir, solo quería disfrutar cada segundo que estaba con ella. Lo hacia muy feliz, y a ella el también.

“Odio de vos, que no te odio, ni un poquito que me gustas y que ya no pueda más, porque creo que te amo más que a nadie, más que a todo yo te amo, yo te amo no te odio]

- ¿Salimos? Tenés los labios morados –Indico después de observarlos-
- Tengo los labios morados porque hace –Comenzó e hizo una pausa para mirar su reloj- unos diez minutos no me das un beso.
-¿Si? Bueno, si salimos te doy todos los besos que quieras. –Ofreció Mariana alejándose de él-
-Un beso. Un beso y salimos –Insistió Pedro, haciendo puchero-
-¿Me lo haces por gusto? Pedro, sabes que no puedo decirte que no cuando me pones esa carita y me la haces igual. –Protesto Mariana colgándose de su cuello-
-Te lo hago para que me des un beso. Además vos también sabes que me muero por tus besos y me lo haces por gusto.
-No te lo hago por gusto, te dije que cuando salgamos te daba todos los besos que quiera. –Respondió Lali tomandolo de la mano-
-Pero yo no puedo aguantar hasta salir, uno solito. Uno solito, ¿si? –Consulto tiernamente y rozo su nariz con la de ella-
-Un beso no se le niega a nadie…. –Pronuncio y con un solo movimiento ya se encontraba besándolo- P a r a P e d r o , e r a u n o s o l o – Intento decir con calidad al ver que Piter no la soltaba-