Novela "Año nuevo , vida nueva" CAp 8"El poder del amor"

Año nuevo, vida nueva.
Capitulo 8; El poder del amor

- ¡Pedro! ¿Te podes levantar de una buena vez? – Pregunto Eugenia al aparecer en el cuarto por tercera vez-
- Ya voy Euge, no jodas. – Respondió el chico, perdiéndose en las sábanas-
- Lanzani la próxima vengo con el balde de agua. – Amenazó - ¡Y es en serio!
Bajo las escaleras, dejando que Pedro siguiera durmiendo en aquel cuarto. El timbre sonó, del otro lado Cande y Lali aguardaban ya prontas para ir a la playa. Las hizo pasar y volvió a subir para cambiarse. Su reloj indicaba las diez de la mañana, al igual que el de Lali. Su celular vibraba sobre la mesa de la cocina, Mariana se acerco y lo tomó. Subió rápidamente los escalones y entro al primer cuarto, en busca de su amiga.
- Euge, ¿estás ac? Perdón, no te vi. – Explico al ver que Juan Pedro se encontraba en bóxers- ¿La viste a Euge? – Consulto mirando el celular-
- Si, en el cuarto de al lado. No, más bien atrás tuyo – Se corrigió al verla-
- Epa, ¿Qué hacemos? – Pregunto mirando a los dos-
- Te andaba buscando, toma. – Ordeno alcanzándole su celular- Estaba vibrando.
- Es Nico – Informó después de leer el mensaje- Que ya están en la playa dice. – Continuó-
- ¿Solo eso? Dale, contanos. ¿Qué más dice el mensaje? – Pregunto mientras buscaba su bermuda-
- ¿Qué te importa a vos? Mira, mejor cambiate. ¿Vamos Lali? – Consulto saliendo del cuarto-
- Vayan yendo igual, yo después los alcanzo. – Resolvió Pedro-
Comenzaron a caminar bajo aquella enorme pelota de fuego que hacia que la temperatura fuese de 30 grados. Era insoportable semejante calor. Las chicas cargaban en su bolso las toallas, el protector y al rato llevaban también la remera y el short en el mismo, debido que no soportaban el pegote que estas prendas producían en ellas. Llegaron al fin y quedaron sorprendidos con la poca gente que había en la misma. No era común que justo en esa playa de Pinamar hubiese tan poca gente. En efecto, Agustín miro su reloj y al fijarse en la hora sus ojos se abrieron demasiado. El mismo marcaba las ocho y cuarto de la mañana. Exclamo fuertemente una pute.ada hacia Rocío, quien lo había despertado, para después instalarse en la cálida arena.
- Ya fue cachetes, eso te pasa por volver tarde de caminar por la playa con Candela. – Dijo Rochi mientras se reía-
- Mira quien habla, vos también saliste a caminar con Gastón y volviste tarde. – Se defendió enseguida Agus-

CLICK EN LEER + PARA SEGUIR LEYENDO



- Si, pero Gastón es mi novio. Y vos y Candela no. ¿O si?
- ¡Basta gomas! ¿Vamos al agua? – Consulto Eugenia al empezar a caminar-
Acomodaron los bolsos y las sillas y se dirigieron todos al agua de una manera media salvaje, como si hace meses no tocaran agua salada. Y al contrario que la temperatura del ambiente, el agua se encontraba congelada, casi como un cubo de hielo, lo que pauso a muchos de los chicos. Eugenia, Daniela, Victorio, Nicolás y Gastón entraron de golpe, superando aquel frio. En cambio, Candela fue llevada por la fuerza de Agustín, Rocío por los gritos de su novio, y Mariana, simplemente se quedo en la orilla. Siempre, desde chiquita, sentía aquel frio con el agua de la playa o de las piletas, nunca entraba de golpe, tenía todo su proceso. Y de repente salto de un susto causado por Pedro.
- ¿Esta muy fría el agua? – Pregunto apareciéndose por atrás-
- ¡Hay tarado me asustaste! - Exclamo ella dándose vuelta-
- Perdón, no era la idea.
- Y si, está bastante fría. – Respondió después-
- Mmm – Dudó- Me parece que sos media flojita – Pronuncio con gracia entrando al agua- No está tan fría.
- Nunca fui muy amiga del mar. Siempre le tuve miedo. – Confeso –
- Dicen que al mar no hay que tenerle miedo – Comenzó a decir Juan Pedro-
- Hay que respetarlo – Interrumpió ella- No me vengas vos también con esa frase. ¡Es cualquiera! Mira si voy a respetar al mar, ni que me hablaras de mi madre. – Protesto en tono gracioso-
- Si, bueno, repito lo que escucho, yo tampoco creo respetar al mar.
- No se si lo respeto o no, igualmente está fría y no voy a entrar. – Insistió-
- ¿Te vas a quedar allá sola? – Pregunto señalando ‘su lugar’-
- No, porque vos te vas a ir conmigo a hacerme compañía. –Resolvió tomandolo de la mano-
No necesitas dinero, ni tener fama, no necesitas tarjeta de crédito para subir a este tren.
Es fuerte, repentino, cruel a veces; pero puede salvarte la vida. Ese es el poder del amor, Ese es el poder del amor
A veces hay cosas que no las hacemos porque queremos, sino porque nos dejamos llevar por malas influencias, o por la rabia, por la venganza… Hay veces en que nos arrepentimos por habernos dejado llevar por estas cosas, y hay otras que no. Pero no siempre son cosas malas las que nos dejan llevar, hay veces que hacemos cosas para bien y nos estamos dejando llevar también. Tal vez las caricias muchas veces las hacemos por dejarnos llevar, o los ‘te amo’ los pronunciamos porque nos dejamos llevar por la mirada, o los ‘te quiero’, y quien sabe si cuando decimos ‘‘te necesito’ no nos estamos dejando llevar por el miedo, o por la inseguridad. Y los besos también, un beso muchas veces es causado por dejarnos llevar por nuestro corazón, por lo que sentimos. Y todo esto es a causa del poder del amor .
-Gracias por todo Piter, enserio. – Pronuncio Mariana mirándolo-
-No es nada hermosa – Respondió guiñándole el ojo-
-¿Me dejas hacer algo que tengo ganas de hacer desde que llegaste? – Pregunto al acercarse a él. Pedro solo la miro y pudo ver como ella acortaba aquella distancia, tomandolo de su cabeza y uniendo sus labios con los de ella-
Y todo fue por el poder del amor