Novela "Año nuevo, vida nueva" cap 36

Año nuevo, vida nueva.
Capitulo 36; Sonrisa

- Bueno dale Lali. ¿Cuál de las dos preferís? –Pregunto después de haber escuchado los dos nombres durante un buen rato-
- ¡Hay no se Pedro! Me gustan las dos. –Explicaba confusa mirándolo- ¿Si alquilas las dos y vemos una ahora y otra más de tarde? –Consultó junto a una tierna sonrisa-
- Bueno esta bien –Bufó- ¿Cómo eran los nombres? ¡Me mareaste ya! –Exclamó dirigiéndose a la puerta-
- Escucha mi voz, y como perder a un chico en diez días –Repitió serena mientras se acomodaba nuevamente en la cama-
- Me imagino que la ultima no es por nada en especial –Refunfuño saliendo de allá-
- ¡No! –Exclamo segura- ¡No demores! –Gritó al verlo alejarse-

Se sintió como la puerta se golpeaba al cerrarse, lo que llamo la atención de Mariana. Corriente no había y viento no, o tal vez si, pero de todos modos no era capaz de cerrar una puerta tan fuertemente. ¿Su indecisión por las películas había llegado a tal punto de hacer enojar a Pedro y por aquel motivo el chico dejo golpear la puerta al cerrarla bruscamente?...




¿O tal vez el ya estaba enojado por otra cosa? Movió su cabeza para ambos lados, tratando de así quitar aquellos pensamientos de su mente. Tomó su celular y marcó el número de su madre, dejó sonar por un rato y nadie contestó. Intento nuevamente, y la cuarta vez que sonó, cuando ya estaba por cortar, su madre atendió. En su rostro se dibujo una enorme sonrisa al sentir aquella voz que tanto la identificaba. Desde su infancia su madre había sido su ejemplo a seguir, en otros caso siempre es el padre el ejemplo, pero no en el de ella. Esta vez es una excepción.

- Bueno, me alegro entonces que este chico te cuide. –Expresó después de escuchar la historia que su hija le contaba- Te dejo mi amor que tengo que trabajar, cuidate y que te mejores. –Deseó con una voz más baja de lo normal-
- Chau, te amo.

Automáticamente, tras cortar su celular y apoyarlo sobre la pequeña mesa de luz que había en el lado derecho de la cama de Daniela, sintió como una cálida mano se apoyaba completamente en su hombro. Volteó de un susto y relajo al notar que se trataba de su novio. Este sonrió y elevo las dos cajas de Dvd a la altura de sus ojos, escondiéndose tras ellas.

- Me pelee con una vieja. ¡Se quería llevar Escucha mi voz y era la última! –Exclamo molesto a la vez que reía-
- Ja ja –Río mientras se abalanzaba hacia él- ¿Cuál vemos primero?
- ¿Llamaste a tu madre? –Mariana asintió- Bueno, entonces vemos la que más te guste.
- Como perder a un chico en diez días, dicen que es graciosa –Explicó mientras tomaba la caja-
- Pongala señorita y venga a sentarse con su novio –Ordenó en voz divertida mientras acomodaba la almohada para apoyar luego la cabeza-

El film comenzó, y como en toda película, los primeros minutos eran de sinopsis de otras preguntas o simplemente reclames. Por lo tanto en aquel tiempo Juan Pedro se dedicó a acariciar el delicado rostro de su novia y cada tanto formar algunas trenzas con su pelo. Un sonido que retumbó en toda la habitación anunció que “Como perder un chico en diez días” estaba comenzando. Dirigió su mirada hacia la pantalla y continúo besando la mejilla de la morocha.

- ¡Basta Pedro! ¡Me desconcentras! –Exclamo intentando no sonar agresiva-
- Perdón, me tiento. –Bromeó y miro fijamente la pantalla, sin prestar atención a quien hablaba-

Y pasados unos minutos volvió a repetir la acción.
- ¿Podes mirar la película? ¡Me haces cosquillas! –Protestó Mariana estremeciéndose-
- Es tu culpa, me tentas. –Repitió el castaño- Perdón –Susurró al notar la mirada penetrante de su novia-

Y pasados unos minutos…
- ¡Basta! ¿No miramos la película y me comes a besos mejor? La veo en otro momento, porque contigo es imposible. –Se quejó, pero no pudo evitar no sonreír- ¿Me comes a besos o sigo durmiendo? –Pregunto con una voz picara-
- Me parece que tenés mucho sueño –Mariana se cruzó de brazos- pero me muero por comerte a besos –Finalizó abrazándola- ¿Me dejas?

No era necesario responder, una sola sonrisa respondía todo. A veces es mejor sonreír que decir millones de palabras, a veces es hasta más puro. Las palabras no nos salen siempre con facilidad, en cambio una sonrisa nunca nos cuesta. Sonreír puede sustituir miles de palabras, sonreír responde todo y a veces deja que inventes tu propio cuento. A veces con solo sonreír se nos cura el alma, vaciamos las penas. ¿Cuántas veces en vez de decir “gracias” esbozaste una enorme sonrisa? ¿Cuántas veces sonreíste junto a un “Sí”? ¿Cuántas veces una sonrisa te saca de un mal momento cuando las palabras no te salen? ¿Cuántas veces sonreíste en vez de pedir por favor? Con tan solo sonreír …
-¡Listo! Suficiente por hoy –Decidió después de besar con mucha pasión sus labios- ¡Me vas a dejar sin aire mi amor! –Exclamo mordiendo su labio inferior-
-¿Cómo me dijiste? –Pregunto llevando su cara hacia más adelante-
-Mi amor –Repitió algo cohibida-
-¡Suena tan lindo! –Expreso con una sonrisa que ocupaba todo su rostro- Decímelo otra vez –Ordeno y besó su cachete-
-Mi amor
-Otra vez
-Mi amor
-Otra. ¡No! ¡Mentira! –Exclamo riendo a carcajadas- Te amo, ¿sabías? –Consulto rodeándola por la cintura-
-Más que yo no creo. –Dedujo rozando su nariz con la de él-
-Se te fue la fiebre –Opino sin darle importancia al ultimo comentario de ella- O por lo menos ya no estás tan calentita –Se corrigió-
-Entonces podemos ir a la playa. ¿Si? –Pregunto y formo en su cara un gran puchero-
-No –Respondió enseguida y beso sus labios- Tomatelo como un día exclusivamente para tu novio.