Novela "Año nuevo, vida nueva" cap 37

Año nuevo, vida nueva.
Capitulo 37; Cadena

- ¡Al fin llegamos! –Exclamo la morocha corriendo junto a sus amigas por todo el lugar, dejando atrás a los chicos-
- Pedrito, ¿Qué le diste a tu novia? ¡Esta como loca! –Exclamo Agustín mientras la observaba-
- No se, esta así desde ayer de noche cuando le dije que íbamos a venir. –Explico llevando sus manos hacia su cabeza y tirando su melena hacia atrás-
- ¿Qué te dijo tu madre hoy? –Pregunto acercándose más al castaño, Gastón, quien no venia escuchando sobre lo de Mariana-
- ¡Mi vieja! –Exclamo Pedro como si lo hubiera olvidado- Me dijo que se iba mañana, y que en tres días yo me volvía –Repitió con cierta dificultad- Y los ojos de Lali se tornaron cristalinos –Informó bajando su mirada- Siento que toda esa felicidad que tenía se esta yendo, por eso reacciona así. –Comentó ahora si observando como su novia se reía a carcajadas-
- Pero que, ¿pensas cortar con ella cuando te vayas? –Inquirió Nicolás mirándolo firme a los ojos-
- ¡Estás loco! –Exclamo enseguida Pedro- Pero creo que eso le pasa a Lali.....




- ¿Decís que Lali esta así porque piensa que todo se va a terminar en tres días?
- No se –Pronunció casi en susurro- Me muero si es así, me costo demasiado llegar hasta acá y no pienso perder todo por algunos días que no nos veamos –Agregó llevando su mano hacia el corazón-
- No creo que se pierda tanto amor –Comentó Gastón algo pensativo- De todos modos tenés que hablar con ella, tienen que hablar y ver como sigue todo esto. –Finalizó y le dedico una baja sonrisa-
- Si, tengo que hablar, pero no encuentro el momento. –Expresó elevando su vista al mar-
- ¡Ahora macho! Cualquier segundo es el momento, aprovecha ahora, anda a buscarla y se van allá a las piedras a charlar. –Ofreció el mas rubio mientras le palmeaba la espalda-
- Entonces en un rato me acerco –Decidió Pedro con una voz confusa-

Se quedaron los cinco esperando a los paracaidistas, a los cuales habían ido a ver esa mañana, junto a otros grupos que había en aquella zona. Juan Pedro enfoco sus pensamientos en la charla que iba a tener en minutos con su novia, debía explicarle que esto no iba a ser amor de verano, iba a ser amor eterno. Estaba dispuesto a hacer y dar lo que sea para que un viaje y unos días no arruinen todo lo que habían logrado hasta ahora. Si, porque si lograron quererse, amarse, cuidarse y protegerse de tal manera en tan pocos días, también en otros pocos días todo aquello podía esfumarse o borrarse con el viento, y eso era lo que ninguno de los dos quería que pasara. Había solo una diferencia, y era como asumían las cosas. Mariana canalizaba aquel miedo y aquella tristeza por adentro, e intentaba disimularlo distrayéndose con otras cosas, en cambio Pedro no, él le ponía el pecho a las balas. Carraspeó y repaso cada una de las palabras que había escogido para no lastimarla y lentamente, dejando atrás las palabras de sus amigos, colocando sus manos en su bolsillo y bajando su mirada fue acercándose a su novia, llevándose por sorpresa, que al estar unos metros separada de ella alguien la tomo por atrás.

- Hermosa –Pronuncio el mismo chico apoyando su mentón sobre el hombro de Mariana- ¿Qué haces por acá? –Mariana volteo enseguida, quedando petrificada frente a la imagen-
- Martín –Fue lo único que pudo pronunciar, o al menos lo único que escucho Pedro hasta ese entonces- ¿Qué haces acá?
- Yo vine a veranear acá. ¿Qué es de tu vida? –El chico hizo una pausa- ¿Seguís enojada por lo de
- Enojada no, dolida –Interrumpió mariana puchereando- Preferiría no mantener alguna relación contigo. –Decidió después de unos minutos de silencio-
- Te entiendo, aunque sabes que todo fue una confusión –Reiteró con un volumen de voz medio bajo- Pero de todos modos, me gustaría saber como esta todo, tu familia, ya sabes.

En ese momento se produjo un silencio, y luego Pedro solo pudo notar que Mariana respondía, pero no llego a escuchar, lo hacia no muy claramente. Se despidió de aquel chico, que por cierto, a Pedro le incomodaba, con un cálido beso en su mejilla y se alejó, hacia donde estaban sus amigas. Antes de que se acercara completamente a ellas, Pedro no lo dudó y camino los pasos que los separaban, tomándola del brazo.

- Mi amor –Susurró. Fue lo único que se le paso por la cabeza-
- ¿Si? –Pregunto con una voz algo tierna-
- ¿Podemos hablar? –Repregunto mientras la tomaba de la mano, esperando un si de respuesta-
- Mejor después ¿dale? No tengo muchas ganas de hablar –Explico mientras se volteaba-
- ¿Te dijo algo? –Mariana lo miro- El chico que se acerco –Agregó-
- No, no es eso, no tengo ganas de hablar, nada más. –Respondió haciendo de aquella voz tierna, algo más grave-
- Pero es importante La, me gustaría que hablemos –Insistió Peter de buena manera-
- ¡No tengo ganas de hablar ahora Pedro! –Exclamo algo histérica y se marcho-

A veces no hacemos las cosas por que queremos, a veces contestamos mal sin razón, o tal vez por cansancio o por otros problemas le contestamos mal a una persona que nos quiere y no tiene nada que ver en lo que nos pasa. Y eso genera dolor en la otra persona. Todo es una cadena , yo estoy mal por algo y me descargo con el otro, el otro queda mal y se descarga con otro, y así con otro, con personas que no tienen nada que ver en todo lo que nos pasa. Es la mezcla de tristeza, emoción, pasado, presente y futuro. Y el ejemplo en este caso era perfecto; Lali. Sentía tristeza, tristeza por saber que en pocos días se alejaría de Pedro, lo dejaría de ver por unos días, tristeza por volver a recordar su pasado, emoción tal vez por haberse encontrado con Martín, su primer amor, odio por no saber que pasara en el futuro, y no preocuparse por el presente. La vida es una cadena y esta hecha así para que nosotros sepamos controlarnos.

-Perdoname –Solo escucho decir-