Novela "Año nuevo, vida nueva" Cap 42

Año nuevo, vida nueva.
Capitulo 42; Nueva York

Un boliche con mucho movimiento, la música se podía oír desde lejos, los adolescentes sentados en la puerta con las cervezas en manos y algunos desde su auto con la música a todo volumen. Un ambiente no muy agradable, y peor sin tu novio. Pero allí estaban los dos, entrando a aquel oscuro lugar, que con los pasos se iba haciendo más claro. La barra repleta de gente tomando mientras charlaban con los barman’s, y la pista con gente bailando enloquecidamente. ¿Cómo se podría encontrar allí, entre tanto barullo, una persona que casi no reconocías sus facciones? Caminó igual, entre la multitud, sin soltar la mano del rubio que la acompañaba.

- Lali, ¿Por qué mejor no lo llamas? –Preguntó al movilizarse hasta una esquina- No creo que podamos ubicarlo.
- ¿Lo llamo? –Repregunto sin intención de que le responda- Bueno, pero vos quedate acá, mira por las dudas....

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La morocha se alejó unos centímetros de Agustín, mientras tapaba uno de sus oídos, intentando poder escuchar. Sonó unas tres veces y el contestador atendió. Intento fallido. Bufó y realizo un movimiento con sus manos. El rubio la miro, sonrió por un costado y exclamo, a la vez que señalaba a lo lejos un suave “Allá está” . Movilizó su paso y llego hasta él, quien le daba la espalda. Sus manos temblaban, sus palabras no salían y un carraspeo seria en vano. Suspiró profundo y se concentro en lo que debía.

- Martín –Pronuncio casi en silencio- Martín –Repitió en un grito mientras tocaba su espalda-
- Lali –Respondió mientras se volteaba- ¿Vos sos?
- El novio –Informó Agus, para sorpresa de la chica-
- Ah el novio –Martín bajo su mirada- Bueno, ¿te acordas que mi vieja trabaja en una empresa de ómnibus? –Preguntó a la vez que abrasaba a una chica. Mariana asintió- Bueno tu papá –Prosiguió con dificultad- tu papá saco dos pasajes de ida a Nueva York para el 15 de Enero, y el de vuelta el 20 de Febrero –Finalizó con una voz entrecortada-
- ¿Qué? –Fue lo único que pudo decir- ¿Cómo que se va a Nueva York ? –Sintió como el mundo se le venía abajo- ¿Estás seguro?
- Si, es más, cuando mamá me lo contó, la obligue a que se fijara bien. Yo no se si es bueno que te lo contara, pero me parece lógico que estés al tanto de todo. –Explico con un dejo de culpa-
- No, gracias, gracias. Mejor me voy si, seguí disfrutando –Besó su mejilla y unió su mano con la de Agustín, quien la abrazaba fuertemente-

Salieron del boliche, haciendo oídos sordos a los comentarios que le gritaban a Mariana, su cabeza se enfocaba solamente en las últimas palabras. Sabía que su padre tenía derecho a viajar, a recorrer el mundo con quien quiera. Pero le dolió en el alma. Nueva York era el lugar donde él le había prometido viajar alguna vez a una Lali con unos cuantos centímetros menos de altura. Nueva York era el viaje de sus sueños, de su infancia. Con lo grande que es el mundo, ¿justo ahí tenia que viajar?. Lloró sin importarle el lugar, la hora o quien estaba a su lado. Lloró con solo recordar el nombre; Nueva York . Llegó casi nadando en el mar de sus lágrimas, junto Agustín, que agarraba firmemente su mano. El mundo se volteó para mirarla y cuestionarla rápidamente.

- ¿Qué te paso? ¿Te hizo algo?
- Mi papá –Pronuncio quebrada, cayendo al piso- Mi papá –Repitió mientras tapaba sus ojos con sus manos-
- El papá de Lali se va a ir aproximadamente un mes a Nueva York –Continuó Agustín sentándose al lado de su novia-
- A Nueva York –Repitió Eugenia mientras recordaba- A Nueva York –Y una vez más corrió hacia donde estaba su amiga para abrazarse-
- ¿Justo a Nueva York tenía que ir? –Consulto con la voz consumida en dolor-

Qué sensible es el ser humano, que a veces con tan solo escuchar un nombre se pierde en llantos. Y que dañino puede llegar a ser con tan solo realizar una acción, un viaje. Hasta a veces pareciera que el hombre hiciera cosas por gusto. Tal vez no, pero parece. Cuando alguien se encuentra débil, desolado, sin la más fuerte compañía, cualquier cosa le puede tocar el alma. Mariana estaba así, débil por muchas cosas, y sin la compañía de su novio, que hoy en día era gran parte de su vida. Una palabra tan sencilla como el nombre de una ciudad, Nueva York , podía quebrarla de tal manera… ¡De tal manera!

- Mi amor. Te necesito –Informó casi sin poder pronunciar palabra alguna, apenas el chico contesto- Te necesito conmigo. –Insistió-
- ¿Lali? –Preguntó enseguida. Lógicamente, su voz no era la misma- ¿Qué pasa hermosa? ¿Qué pasa?
- Mi papá –Pronuncio y Pedro quedo en silencio- Se va un mes a Nueva York y no pensaba contarme nada –Prosiguió –
- ¿Y como te enteraste entonces?
- Me conto, me conto –Dudó en decirle. No quería más problemas- Me contó Martín –Respondió al fin y sintió como su novio suspiraba muy profundo- Perdón, perdón. Yo se que te mentí mi amor, pero no quería preocuparte.
-No, está bien. ¿Queres que vaya para allá Lali? –Ofreció mientras se sentaba en su cama-
-No, no. ¿Te jode si mañana a la mañana voy yo para allá? Te necesito conmigo Pipu, conmigo. –Insistió volviendo a llorar-
-¿Cómo me va a joder hermosa? Venite.
-Gracias. Gracias –Insistió- Te amo muchísimo mi amor.
-Yo también, y por favor, viaja tranquila mañana, y charlamos bien. –Pidió con algo más de seguridad- Y descansa, que ya es tarde.