Novela en el blog "Año nuevo, vida nueva" cap 41

Año nuevo, vida nueva.
Capitulo 41; Pedro

La morocha caminaba por toda la pieza mientras que con una mano sujetaba el celular con demasiada firmeza, tanta que pareciese que iba a romper el móvil. Se sentía un incómodo sonido que se desprendía del celular al cabo de estar en su oreja un minuto, y ahí era cuando ella volvía a marcar algo y lo subía nuevamente. Millones de cosas podrían haber pasado por su mente al saber que el castaño no respondía el celular, pero solo intento suspirar y tener calma. Tal vez estaba en el baño, tal vez descansaba o se había quedado sin batería. Insistió tres veces más, y casi cuando iba a arrojar su celular por la ventana, alguien respondió....

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- Hola –Su voz parecía agitada, incluso suspiraba fuertemente- ¿Paso algo mi amor?
- ¿Pedro porque hablas así? –Intentó preguntar con facilidad, pero la voz no le salía como siempre-
- No pienses cualquiera La. Me agité corriendo –Explico enseguida- Me enteré que te dormiste una linda siestita –Informó con un dejo de suspenso mientras reía-
- Si, estaba cansada. Te extraño mi amor –Expreso con una voz más tierna que la normal-
- Yo te extraño más –Contradijo algo más calmado- Lo único que rescato es que me voy a poder tapar entero en toda la noche –Bromeó haciendo que Mariana riera-
- Enserio tonto –insistió- Extraño tus besos, tu boca –Pedro la interrumpió-
- Si, de eso trata de resistirte, no quiero enterarme que anduviste a los besos con otro –Advirtió tornando su suave voz a una más seria- ¿Entendido?
- Si papá –Respondió entre risas- ¿Y vos? Digo, la chica esta de al lado
- No te enojes –Pidió y Mariana llevo su mano hasta su corazón- Estuve hablando con ella, nada más –Y la morocha suspiró-
- Me asustaste tonto –Expreso mientras se tiraba sobre la cama- Tan cuida no soy.
- No – Respondió y alargó la “o”- ¿Cómo andas de crédito?
- Escasa – Contesto sin interés- Mi amor tengo que preguntarte algo –Pronuncio suave. Pedro dijo algo que Mariana no pudo entender, pero sabia que era una aprobación- ¿Puedo ir a bailar hoy?
- ¿De verdad me decís? –Repreguntó y en efecto, mariana bajo su mirada- Obvio que podes, mientras te portes bien –Aclaro ante las dudas- Mi amor, tengo que cortar. Me llama mi vieja. Te amo
- Yo mucho más –Afirmo antes de cortar-

Sonrió y suspiro fuertemente. No podía pedir más. Un novio como el que tenía ella, lo deseaba cualquiera. Cerró sus ojos fuertemente, sin querer conciliar el sueño, lo único que intentaba era recordar su pasado. ¿Por qué? No sabía muy bien, pero deseaba tener en mente todos los detalles en los cuales su vida había dado un giro. Sus amigas a las cuales no vio nunca más, los domingos en su casa jugando con ambos padres, los días que jugaba junto a su hermano en los columpios, sus cumpleaños, los caprichitos de cualquier nena y los rezongos que le daba su madre. Y aquel día. Aquel día donde el miedo la tomó por sorpresa y no la soltó jamás. Las lágrimas comenzaban a florecer de sus hermosos ojos cada vez que recordaba aquella imagen, que nunca borraría de su cabeza. Y sus últimos recuerdos, Pedro . La primera vez que se descargó tan rápida y tranquilamente, con Pedro , la primera vez que sintió tan rápido aquellas mariposas , con Pedro , la primer persona con la que tuvo confianza de un día al otro, Pedro . El ser humano al que ama más, Pedro . Hoy era feliz junto a Pedro . Limpió sus lágrimas y salió de la habitación, con una idea en su cabeza. Buscó a sus amigos, en especial a Gastón, y sonrió de tal forma, que todos sospecharon su acción.

- ¿Cantamos? –Pregunto como si fuera una niña intentando cumplir uno de sus caprichitos-
- Si, pero antes tenemos que hablar –Informó Nicolás con un tono totalmente diferente al de ella. Mariana asintió- Martín –Pronunció, y la cara de todos se transformo-
- ¿Qué que pasa con Martin? –Tartamudeo la morocha quedando pálida-
- Llamó mientras dormías –La morocha tragó saliva- Dice que quiere verte, hablar con vos, que es muy importante –Continuó Nicolás enfadado- ¿Qué esta pasando Lali?
- Wait gordi, no le hables así. –Pidió Candela agarrándolo de un brazo- ¿What pass friend?
- No se –Intentó responder con facilidad- Tengo miedo –Musitó-
- Lo mismo le decías a Piter, ¿Qué pasa Lali? ¿Sabes algo que nosotros no? –Consulto Rocío, apoyando su vaso en la mesa-
- No –Pronuncio casi sin movilizar sus labios- Pero me insiste mucho con hablar –Agregó segundos después-
- ¿De que quiere hablar? ¿Por qué justo ahora Lali, y no antes? –Preguntaba Nicolás dirigiendo su vista a punto fijo, más allá de Mariana-
- No lo se. Quede de verlo hoy a la noche en un boliche –Informó con miedo a la reacción de sus amigos-
- ¡¿Qué?! –Exclamaron todos al unísono-
- Si, Pedro no sabe, cree que voy a bailar. Por favor, no le digan nada. Voy a ir, no me va a hacer nada chicos, es buen pibe, solo quiero saber que me quiere decir.
- No Lali, es peligroso, no por el, pero vos sola en un boliche no me gusta. Yo te acompaño, cualquier cosa simulo ser tu novio –Explico Agustín parándose-

¿A que venía todo? ¿Por qué sus amigos desconfiaban de toda la situación? La verdad era que el miedo recorría cada parte de Lali, y la inseguridad se notaba en cada palabra, pero conocía a Martin, no sería capaz de hacerle nada de otro mundo, tal vez si quería hablar. Pero el miedo igual estaba, sentía algo en la panza y lo relacionaba con Piter. La noche llego, el castaño se encontraba tirado en su cama con su celular en mano, esperando algún mensaje de su novia, alguna llamada, o algo similar. Revisaba cada dos segundos el móvil, para ver si algo le había llegado. Pero no, no había señales. Se preocupo a tal punto que decidió llamarlo él, pero por desgracia, el contestador atendió.

“Lali, mi amor ¿Qué pasa? ¿Por qué no me contestas los mensajes que te mande? Cuando puedas llamame, por favor. Te amo”