Novela en el blog "Año nuevo, vida nueva" Cap 46

Año nuevo, vida nueva.
Capitulo 46; Habla

Los ojos de todos, además de encontrarse hinchados de una manera inesperada, ardían en llamas. Todos coincidían en un mismo punto: María Eugenia. El doctor había informado que pasado unos minutos, la rubia volvería a despertar, y allí podrían comprobar como se encontraba verdaderamente. Y palabra de doctor es palabra de doctor. Los nueve llevaron su mano hacia su corazón, presionándola fuertemente, las expresiones eran únicas, alegría y miedo a la vez. Ahora eran ellos los que no reaccionaban. Su amiga se mostraba impaciente, visualizaba el lugar como si no lo reconociera, sus cejas se hundían en ambos ojos y sus mejillas se encontraban coloradas. Entonces, fue Nicolás quien junto coraje, y después de acariciar el rostro de su novia, le hablo por primera vez....



- Euge, ¿Quién soy? –Pregunto mientras se sentaba sobre la camilla en la que ella se encontraba- ¿Quién soy? –Repitió con dificultad-
- No lo se –Respondió después de volver a visualizar todo el lugar-

La habitación se lleno de un gran silencio. Todos los que se encontraban allí dentro, incluso el doctor, comenzaron a mirarse expectantes, en busca de una respuesta. La morocha estiro su mano para poder alcanzar la de Juan Pedro, y ahí poder apretarla con fuerzas. El mundo se le vino abajor, su mejor amiga, su seguidora, la única capaz de comprenderla siempre, la que estaba hasta cuando no la necesitaba, quien la aconsejaba, respetaba y cuidaba por demás. Pero entonces, una voz interrumpió sus pensamientos.

- ¡Mentira tonto! ¿Cómo no voy a saber quien sos? –Exclamó Eugenia en un tono divertido. Solamente el suspiro de todos se escuchó- ¡Che! ¡Estoy bien! –Insistió al encontrarse incomoda en la ausencia de palabras- Se quien es quien. Vos sos Vico, vos Can, vos Agus, vos Pedrito, vos Lali –Alguien la interrumpió-
- ¡Idiot! Nos asustaste María Eugenia –Pronuncio con énfasis cada palabra la más delgada- ¿Cuántos dedos tengo? –Consulto mientras estiraba su mano- ¿Quién es Robert Pattinson? ¿Qué hago cuando estoy aburrida? –
- Tenes tres dedos, Robert es Edward en Crepúsculo, y, a parte de eso uno de los hombres más caños de la galaxia. Y bueno, en tu tiempo libre miras ‘Mtv’ y espiás al vecino –Respondió con facilidad-

Todos rieron. Si había algo que Eugenia y Candela no perdían ni siquiera en los peores momentos, era aquella facilidad de divertir a los demás. Y eso, por supuesto, alegraba a todos. Un celular reconocido por todos comenzó a sonar, exigiéndole a Pedro que saliera de la casi diminuta habitación. Hablaba con rapidez, inseguridad. Lo único que se entendía de aquella situación, era que Pedro no estaba en el lugar adecuado para mantener aquella conversación, o al menos eso decía, o al menos eso escucho Mariana. Sus piernas comenzaron a temblar tras escuchar un silencioso ’Voy a cortar que sino puede sospechar’. ¡No! Definitivamente no podía ser verdad lo que estaba pasando por su cabeza. No podía haber caído otra vez en aquel doloroso juego del amor. Sacudió su cabeza en un intento de borrar todo de su mente, pero era más grande que ella. No se podía dejar engañar, debía aclarar todo antes de que aquella ilusión creciera.

- ¿Con quien hablabas? –Pregunto de repente, haciendo saltar a su novio-
- ¡Mi amor! –Exclamo enseguida- ¡Me asustaste! –Hizo una pequeña pausa y observo el lugar- Nada, era Cami.
- ’Listo. Soy cornuda. ¡Encima con Camila!’ ¿Y que quería Cami? –Consulto en tono burlón-
- Saber como estaba Euge –Respondió sin pensarlo dos veces- Me había mandado un mensaje y bueno, le conté. –Añadió luego-
- Ah, le contaste –Repitió más para ella que para él. Pro un momento ninguno de los dos hablo ni cruzo mirada- ¿Sabes que no te creo? –Pregunto casi estallando- ¿Qué estas haciendo Pedro? ¿Por qué me mentís?

El castaño bajo su mirada y apretó fuertemente su celular. Tragó saliva más de una vez y comenzó a dejar que las lágrimas lo cubrieran. A Mariana cada pensamiento le revolvía el estomago. Cuernos, Camila, amor, llanto. ¿En que terminaba todo esto?

- Lali tenemos que hablar –Informó Pedro intentando tomarla de la mano-
- Dale, habla. Decime todo lo que me tenes que decir. Voy a intentar superarlo, quedate tranquilo –Gritó exclusivamente para él, mientras se desesperaba-

“ Habla , vamos suéltalo y dámelo. Sabes que puedo afrontarlo. Habla por que entre mas lo digas mas fácil será. Vamos no me dejes esperando. No quiero adivinar, no es un test, dime lo que piensas. Mantenlo real, dime lo que sueñas. Habla , dilo respira”

Definitivamente, los pensamientos eran totalmente diferentes en la cabeza de los dos. ¿Ahora nos damos cuenta de que tan rápido y fácil se dan los malentendidos? De ahí nacen, de los celos, de la desconfianza, del miedo. ¿Pero entonces? ¿Qué lograban los malentendidos?
Suspiro con algo de dificultad, mientras su respiración se agitaba y a causa de ello empezaba a toser. Y sin remordimiento, el castaño volvió a tomarla en sus brazos y comenzó a inhalar y exhalar. De a poquito la morocha se recupero, y volvió a amenazarlo con la mirada, como si nada le importase, excepto eso.

-Dale, habla . –Pidió mientras se sentaba correctamente- ¿Me vas a decir por que me mentís Pedro? –Insistió empezando a lagrimear-
-Lali, esta bien. Te mentí. No hablaba con Cami –La morocha asintió- Hablaba con tu mamá -Pronuncio y su voz se ‘rompió’. Mariana arqueó sus cejas. Nuevamente se había equivocado- No te lo queríamos decir, pero tu madre me pidió si me podía quedar por lo menos una semana en su casa, junto a vos. Tu –Balbuceó- Tu papa se va con tu hermano a Nueva York –Continuo con dificultad- ¿Por qué desconfías así de mi Lali? ¿Qué hice para que lo hagas? –Consulto rápidamente-
-¿Es enserio esto? ¿Vos hablabas con mi mamá? –Repregunto sin darle importancia a las palabras de su novio- Perdoname mi amor –Musitó casi en silencio, mientras se inclinaba para abrazarlo-

(Gracias a ficthiaguella por la imagen)