Novela en el blog "Año nuevo, vida nueva" cap 48

Año nuevo, vida nueva.
Capitulo 48; Egoista

Era un abrazo que al lo volvía loco, esa mirada de agrandado del pequeño lo hacia estallar. La apretaba con demasiada fuerza, con más fuerza de la que el la había apretado la ultima vez que la abrazo. Deseaba que se apartaran de una vez por todas, pero ella lo despeinaba continuamente, logrando un extenso juego que no acababa más. Besaba su cachete con delicadeza, apretando sus labios con mucha detención. Pareciese que se hubieran olvidado que estaba allí. ¿Desde cuando se tenían tanto cariño? Unió sus manos para dejar sonar sus dedos uno por uno y estiró sus brazos con fuerza, así dejar pasar el tiempo. Y ellos seguían abrazados. Tal vez solo habían pasado segundos, pero parecía una eternidad.

- ¡Bua Bua! A ver si la soltamos que es mi novia –Se quejo marcando énfasis en determinada palabra- ¿Las soltas Bautista, por favor? –El castaño menor comenzó a reírse mientras despegaba su cuerpo del de Mariana- Y no se de que te reis, no le encuentro la gracia.
- ¡Hay Pedro! ¡Pobre Mariana! –Exclamo Bautista antes de retirarse del lugar-
- ¡Hay Pedro! ¡Pobre Mariana! –Repitió en tono burlón mientras se acercaba a ella- Má, antes de irme quiero comer. –Informó en un tono más alto para que la misma pudiese escuchar-
- Preguntale a tu novia que quiere de comer, vas al súper y te cocinas. –Contestó del mismo modo-....

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- Bueno, me voy sin comer. –Reprocho- Chau –Saludo con la mano mientras tomaba de la cintura a Mariana y la acercaba a la puerta- ¡Chau Bauti! –Y salió definitivamente de aquella casa, con su bolso al hombro-

Ya sabia el gran discurso que le venia. ¿Pero por que? ¿Eso era ser egoísta? . Era definitivamente ridículo. Si por no tener absolutamente nada de ego, tendría que compartir a su novia, dejaría de ser feliz. ¿Querer ser feliz era ser egoísta? ¿No compartir a la persona a la que amas es ser egoísta? Sacudió su cabeza. Era realmente absurdo que se quejaran por eso.

- Es chiquito mi amor, además no te podes poner celoso por tu hermano. –Reiteraba la morocha mientras revolvía su bolso- Cambia la cara. ¿Te vas a poner así cada vez que abrace a alguien?
- No, pero me molesta que me digan egoísta. Primero porque sos mi novia –Comenzó mientras se señalaba- Y segundo que conozco a mi hermano, empieza así y después molesta todo el tiempo.
- Pedro, ¿pensas que puedo engancharme con un nene mucho más chico que yo? ¿Y siendo todavía el hermano de semejante cosa? –Preguntó mordiendo su labio inferior y sacando su llave-
- ¿Yo soy esa cosa? –Pregunto sonriendo por primera vez. La morocha asintió alegre- Tengo a derecho a ponerme así, cualquiera te puede mirar, y si vas a abrazar así a todos –La chica lo interrumpió-
- ¿Qué queres decir con eso? –Inquirió entrando a la casa-
- Que sos demasiado hermosa –Respondió y cuando entro, algo hizo que ella no pudiera contestar a eso-
- ¿Qué hace él acá? –Se dirigió a su madre, lo señalo de mal modo y después se aferro a su novio-
- Tranqui Lali, vino a despedirse de mí. ¿Eugenia como esta?
- Bien, que bien, bárbara. –Sonrió con desanimo- Bueno, cuando se vaya él –Y nuevamente lo señalo- hablamos. ¿Vamos mi amor?

El castaño suspiro hondamente, haciéndole una pequeña mueca a la madre de su novia, la tomo de la mano y se dirigieron a la habitación de ella. Observó todo con detención, deteniéndose en un enorme cartel negro pegado en la pared. Comenzó a leerlo, se trataba de un cartel de la rubia. Termino de leerlo y rio fuertemente.

- ¿Qué leemos? –Pregunto mientras se tiraba en su cama-
- Las cosas de mi novia –Respondió firme mientras le daba un último vistazo a todo el cuarto- ¿No puedo?
- Creo que no –Fijo su mirada en el techo, como si algo interesante hubiera allí- Si tenes hambre mi amor pedile a mamá que te de algo –Informó mientras se acomodaba de costado-
- Tengo hambre, pero creo que tus besos me llenan bastante. Si es que no vas a dormir…
- No, no tenia pensado dormir, y menos si el más hermoso esta en abstinencia de besos –Explico acercándose a él- Pero mucha hambres no tenes me parece –Agrego mientras enroscaba sus manos por su cuello-
- Atente a las consecuencias Mariana –Aviso junto una sonrisa de costado-

Se sonrieron nuevamente, se miraron y se conectaron de una forma increíble. Su corazón latía desesperadamente, parecía como si fuese a estallar. Rozó su nariz con la de él y comenzó a jugar con su pelo, tomando locamente mechón por mechón. Y fue el quien tomo la iniciativa y unió sus bocas para besarla con la mayor pasión posible. Y no se miente si se aproxima que estuvieron unos siete minutos.

- Me…vas…a…dejar…sin…aire –Intento decir Mariana al poner su mano entre ambos pechos- ¿Seguís con hambre?
- Con muchísima más hambre, pero me parece que voy a guardar para la cena. –De un fuerte tirón de su camisa quedo pegado a ella, pudiendo sentir su respiración totalmente irregular. Su aliento retumbaba frente a él y sus labios jugaban con los suyos- Lalita, no me tientes –Pidió susurrando a su oído-
-Yo no te tiento Lanzani, yo te beso –Aseguró y lo tomo algo bruscamente para besarlo- Ahora si, vamos a comer comida –Marcó énfasis- porque tengo hambre. ¿Si?
-Ok, ok. –Parecía conforme mientras la perseguía hacia la puerta pero…- ¿El ultimo? –Un puchero se dibujo en su cara. Si, perfecto.-



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