Novela "Recuerdos del pasado" cap 32

Segun decian ciertos Rumores que Mariana Esposito se habia hecho "Las lolas" cuando vieron que en esta imagen tenia DEMASIADOs pechos, VOS QUE OPINAS.. sera verdad?
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Recuerdos del Pasado

Capitulo #32: Vuelvo a Casa

-Te juro, no lo puedo creer –hablaba Euge mientras guardaba toda su ropa en el bolso- es la primera vez que pasa y espero que sea la única
-Sí, la verdad. Yo me quería quedar! Primer año que hago y ya me andan echando –reprocho Candela, sacando su ropa del armario
-Te pasa algo Marian? –me consulto la rubia al verme con el celular en mano
-Nose que hacer. No quiero volver a mi casa, pero tampoco quiero no avisarle a mi mama. Todo mal me sale, no pego una
-No, no digas asi. Yo entiendo todo lo que –pensó- YA SE! –gritó de repente Euge
-Ay tarada, asustaste –y Cande colocó su mano en el pecho
-Se me prendió el foco. Lali, esta semana, te venis a vivir con nosotros
-Eh? No, no, vos estás loca, no. Deja que llamo a mi abuela que tiene una quinta fuera de la ciudad y listo –dije
-Pero no! Para que molestar a la pobre anciana cuando tenes a una amiga que brinda su techo? –sonrió la rubia
-Yo opino que tiene razón –acotó Cande luego de guardar su ultimo taco en el bolso- aparte vas a convivir con Pedri, ea –y me guiño su ojo
-Que tonta –y reí- vos decis? Estas segura? No voy a traer problemas, no? –pregunte rápidamente....

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-No nena, hay un cuarto de mas que era de mis viejos y ahí dormís vos. Aparte siempre me gusto vivir con una amiga. No, para! –y agarró su cabeza- el miércoles es el cumple de mi hermano. Genial para una fiesta y nada menos que organizada por nosotras dos –sonrió pícara
-Claro, Euge pone la plata y Lali le pone la boca –rió y la miré seria- chiste che. Espero de estar invitada
-Obvio escuálida –contesto Euge- entonces que decis Marian? Venis o no venis?
-Suponete que voy, yo tengo que avisar en mi casa y a mi papa no le va a gustar nada
-No hace falta que avises del todo –me dijo Cande
-Claro –prosiguió la rubia- decile a tu mama que te quedas de una amiga, pero a la vez que no le cuente nada a tu viejo
-Sí, nose, puede ser –y bajé mi cabeza
-Eso es un sí? –me pregunto sonriendo
-Sos densa eh! –Levantando la vista- está bien, voy a vivir con vos y tu hermano.

Pegó un grito que casi me deja sorda a mí y a Candela. Terminamos de hacer los bolsos y bajamos al hall. Allí estaban los profesores que nos dijeron un par de palabras y un leve adiós. Cada uno de los chicos de la academia, fue saliendo del lugar y subiendo al micro de dos pisos que nos esperaban en la puerta. Nos quedamos abajo y yo me senté con Candela que estaba insoportable cantando canciones de Madonna. De un momento a otro, desapareció. Pero me di cuenta que había ido a hacerle compañía a Agustin por como gritó su nombre en mitad de tanto silencio. Me apoyé contra el vidrio de la ventana mirando como las gotas de lluvia volvían a aparecer en esa noche rosada. Cerré mis ojos y empecé a tararear una canción que compuse en ese mismo momento.

-Y en este momento que está lloviendo, ¿No deseas que te abrace como anoche?-escuché decir
-No hace falta –sonreí y abrí los ojos al reconocer la voz- se cuidarme sola, de vez en cuando, Peter –y lo miré
-Si ustedes lo dice. Me contó Euge que te vas a venir a vivir con nosotros por esta semana
-Ajá, no te jode no?
-Joderme? Pero por favor! Desde cuando me va a joder que la chica que me gusta no venga a mi casa? –y solo reímos- que cantabas?
-Nada, una canción recién salida de horno. Queres escuchar? –Asintió y comencé a cantar- me fui tan lejos buscándome y estaba en casa lo que soñé. Me fui corriendo tras un tal vez y no me hallé –terminé- no la pensé completa
-Muy buena. Digamos que cada canción es por lo que vivís –dijo
-Y si, sino no logras inspirarte. Si queres, después, ayudame a terminarla
-Obvio –y volvió a sonreír

Cinco, seis, siete horas de viaje. A las ocho de la mañana sentimos frenar el gran micro. Todos dormíamos y nose porque razón, al despertarme, me encontré con mi cabeza en el hombro de Peter, y él, rodeándome con su brazo. Cuestión, cuando todos bajamos, tomamos distintos rumbos. Candela se encontró con su mama que la pasaba a buscar. Agus se fue junto con Nico, después de haber saludado a cada uno. Y nosotros tres comenzamos con una larga caminata, densa, extensa y dolorosa, con solo decir, que a mitad de camino, Euge se saco las zapatillas quedando en medias. Cuando llegamos a la casa, sentí algo muy raro. Pero cuando entré me sonó más raro todavía, presentía que yo ya había estado ahí.

El living, los sillones, las paredes, los cuadros, el piano. Todo me sonaba demasiado conocido y me asustaba.

-Bueno, bienvenida a la casa Lanzani –dijo Euge al entrar y tirar su bolso en el piso
-Me suena conocida –dije, mirando todo
-Todo el mundo la conoce –rió la rubia sentada desde el sillón que había a un costado del lugar
-Hijo! –dijo una voz, era el padre de ellos, obviamente
-Papa? –pregunto Peter- que haces acá?
-Ey! Ni un hola?
-Sí, perdón –y lo saludó
-Papi! –gritó Euge y corrió a abrazarlo- que haces aca? Supuestamente no estás viviendo con nosotros
-Sí, pero sabía que iban a llegar a esta hora porque avisaron de la academia –contó el padre- si es por ustedes no me enteraba nunca –rió y me miró- y esta chica?
-Hola –dije- me llamo Mariana, soy amiga de sus hijos
-Sí, y se va a quedar esta semana a vivir con nosotros –contó sonriendo la rubia
-Me muero! Peter y Eugenita! –grito otra persona colocándose detrás del papa de los chicos. Lógica: la novia del padre
-Que hace ella acá? –pregunto, de mala manera, Peter
-Hijo, por favor, no empeces –pidió el padre
-No, el no empieza. Vos la empezas y vos mismo la terminas papa –hablo la rubia- vamos que te muestro los cuarto Lali
-Segura? –pregunte por la situación
-Sí, segurísima –me contesto- vamos Pitt?

-Vamos –dijo después de mirar por última vez a su padre- a veces volver a casa puede traer grandes decepciones –y los tres subimos las escaleras que conducían a las habitaciones.