Recuerdos del Pasado
Capitulo #33: Razones
-Euge, estás segura que…
-Si! –Me interrumpió mientras sacaba la ropa de su bolso y me ayudaba a mí- vos te quedas esta semana con nosotros. Lo de mi papa y su novia es por hoy, ya se van
-Pero no quiero traer problemas –dije
-Más problemas va a ser si te vas. Enserio, quedate. Te quedas? –e hizo un puchero al agarrar mis manos
-Si tonta, me quedo –convencida de lo que hacía- entonces, yo donde duermo? –mirando el gran cuarto que tenia la rubia, de paredes pintadas color rosa pastel
-Obvio que conmigo. A no ser que quieras dormir con mi hermano –pícara llevando mi bolso arriba de su placard
-Eugenia! –y reí- yo voy a dormir con vos, pero a lo que voy es en que lugar del cuarto
-A mi lado. Hay una cama en el sótano, después le pido a mi hermano que me ayude a subirla. Tenes hambre?
-Sinceramente? Si, mucha –reí
-Yo también, esperame aca que voy a la cocina y busco algo, dale? –asentí. Pero antes que desapareciera de la habitación, dio media vuelta- mi hermano duerme aca al lado, si queres ir a visitarlo, tenes todo el derecho del mundo –y salió
Solo volví a reír. Que tonta que es. Mira si yo voy a querer ir a la…. Bueno, pensándolo bien, que me puede hacer espiar un poquito el cuarto de Peter? No hay razones que me impidan hacer eso. Me fije que no haya nadie afuera, y gire hacia el lado derecho del pasillo del primer piso de la familia Lanzani. Camine doce pasos y me encontré con la puerta de la habitación de él. Agarré el picaporte y lo baje para que ésta se abriera y me encuentre con un cuarto igual de grande que el de Eugenia, con paredes pintadas color verde manzana. Un gran escritorio al costado, la computadora, cuadros de fotos por todos lados, la cama, un bolso sobre ella, y él apareciendo en ropa interior....
-Uy perdón –y tape mis ojos dándome media vuelta
-Ya andamos espiando los lugares de la casa? –dijo riendo
-No, es que, osea… quería
-Ya esta, date vuelta –me avisó..
-Ah, bueno –giré para mirarlo ya vestido, con un jean y una remera con el cuello corte en v- Euge me dio el permiso de recorrer un poco la casa
-No hace falta que te den el permiso eh, podes recorrerla las veces que quieras
-Bueno, gracias –fui hasta su cama y me senté en ella mirando todo alrededor- sigo insistiendo que yo aca ya estuve
-Que yo me acuerde, no, no te vi nunca. Y menos en mi cuarto donde solamente entran mis amigos y mis novias
-Perdón? –lo miré- te digo que de esta manera el juego lo vas perdiendo eh
-Lali, ya me cansé del jueguito –y se sentó a mi lado
-Porque? Que paso?
-Pasa que cuando uno siente algo, no puede jugar con eso
-Pero ami me gustaba el juego. Que corta mambos che! –Dije y reímos- a ver, dame cinco razones por las cuales quieras dejar de jugar conmigo
-Cinco? La primera, porque me cansé. La segunda, porque cada vez que te miro se me borra todo lo malo de la cabeza. La tercera –pensó- porque sabes lo que siento por vos. La cuarta, porque sos hermosa y no aguanto. Y la quinta…
-A que no aguantas? –le pregunte interrumpiéndolo
-Eso entra en la última. Y la quinta razón, es porque ya quiero comerte la boca –y se acercó a mí para apoyar su mano sobre mi mejilla. Yo coloqué mi mano en su hombro y con los ojos clavados en sus labios, abrí mínimamente mi boca para comenzar aquel beso tan deseado por los dos
-Pipu! –sentimos gritar y apareció en mitad de la escena, Eugenia, interrumpiendo todo
-Que queres Eugenia!? –de mala manera, pregunto Peter, y yo solo reí
-Bueno eh! Bajame los humitos querido, que soy tu hermana. Que, interrumpí algo? –llevo su mano al pecho
-No, nada Euge- le dije y Peter me miró desentendido- que pasa?
-Encontré en la cocina entradas para ir al teatro, y es hoy la función. Les copa ir?
-NO! –contesto él
-Peter! –lo miré y volví la viste a la rubia- yo no tengo problema
-Que te pasa Peter?
-Cuando te enteres, seguro que te vas a querer enterrar bajo diez metro tierra –se paró de la cama- dale, vamos
-Donde?
-No querías ir al teatro? Bueno! Vamos al teatro hermanita –y salió de la habitación
-Que le pasa a este?
-Te vuelvo a decir lo que dijo él, cuando te enteres te vas a querer matar –me levanté y salimos juntas de la habitación cerrando la puerta.
Primero recorrí un poco la casa con ayuda de Euge que no dejaba de preguntar lo que había interrumpido. El padre de los chicos, se termino yendo de la casa con su novia. Sinceramente, esa mujer, no me cayó nada bien desde que le dijo Eugenita a la rubia. A las cuatro y media salimos de la casa para subir al auto de Pedro. No sabía que tenía auto. Pero por lo visto lo cuida muy bien. Yo viaje adelante, acompañándolo, ya que él me lo pidió. La pobre de Euge estuvo atrás, mandada por su hermano, por la misma razón de antes: La interrupción. Después de un gran viaje paseando por todo el gran centro de la Ciudad de Buenos Aires, después de cruzar el Obelisco, llegamos al teatro. Mostramos las tres entradas al guardia de la entrada e ingresamos. La sala estaba bastante llena. Aparentaba una obra musical por los folletos que agarramos en la puerta. Los lugares que nos tocaron, no estaban tan cerca del escenario, más o menos, fila dieciséis. Peter se sentó entre medio de las dos ya que, según él, si nos sentábamos juntas, no íbamos a parar de hablar.
-Hubiésemos invitado a Cande –opinó Euge- había una entrada mas
-No, no, yo a cargo de tres mujeres? –irónico, Pedro- donde la viste hermana? Para eso invitaba a Nico
-No! A Nico no –volvió a hablar
-Ay Euge, no seas tonta –me asomé para hablarle- tenes que ir a hablar con Nico, estoy segura que te va a entender
-No Lali, no quiero llorar más
-Perdón que me meta –dijo Peter mirándonos a las dos- que es lo que paso con Nico?
-Nada hermanito, nada. Voy a comprar pochoclo, quieren?
-Ay si! Yo quiero –dije
-Ok, dame plata Peter –estiró su mano abriéndola ampliamente
-Me viste cara de banquero o que? –Saco su billetera para entregarle plata a su hermana- y traeme el vuelto
-Que tacaño, dios mio –salió Euge por entre los tantos asientes que había en la fila
-Dame una razón por la cual no puedo saber que pasa entre mi hermana y Nicolas –me habló
-Cosa de ellos, no da que te metas Peter –contesté- y hablando de razones, y ahora que estamos solos, tengo que dar las mías ya que vos hoy diste cinco
-Dale, soy todo oídos
-La primera razón es por lo buena persona que sos. La segunda, porque me haces reír todo el tiempo y eso me encanta –sonreí- La tercera, porque lo que siento por vos, cada dia es más fuerte –lo miré fijo a los ojos- La cuarta, porque me encantas. Y la quinta, porque yo también quiero que llegue ya ese dia en que pueda besarte
-Entonces no esperes más –solo dijo y se acercó a mí para rozar las narices y solo sonreír al mismo tiempo. No importaba el lugar ni la forma, la única razón que compartíamos era estar juntos y besarnos. Pero parece que no solamente nosotros compartimos razones, sino también Eugenia. Porque razón siempre es ella la que interrumpe los mas lindos momentos?
-Llego el pochoclo! –avisó la rubia sentándose al lado de su hermano- ya empezó la obra chicos?
-Cada dia te odio mas Eugenia –dijo Peter al acomodarse como anteriormente
-Porque? Ahora que hice? Siempre hago algo y nose que!
-Nada Euge, después te doy mis razones –dije y junto a Peter comenzamos a reír.
0 comentarios:
Publicar un comentario