Capitulo #42: Hay Esperanza
Estaba en su habitación, arrodillada en el piso con una gran caja entre mis manos. Luego me senté para, simplemente, estar más cómoda. Cuando la abrí, una nostalgia enorme apareció en mi cuerpo. Fotos, cartas, dibujos, peluches. Todo me daba alegría, felicidad y mucha esperanza. Son solo recuerdos, pero recuerdos que me hacen pensar en todo lo que pasé, lo que paso y lo que pasará en un tiempo futuro. Mis amigos, esos mismos amigos que yo tuve en mi infancia, ahora están acá a mi lado, haciéndome compañía todas las mañanas, todas las tardes y las noches. Pienso, intento buscarle vueltas a la realidad, pero me doy cuenta que no hay nada en que pensar. En que todo lo que estoy viviendo es porque está pasando en el ahora, y no sé que pasará mañana, solo quiero aprovechar esto que vivo. Vivir el dia a dia con ellos. Con solamente ellos que me llenan de esperanza.
-Ya andamos revisando las cosas de los demás? –me pregunto él, apoyado en el marco de la puerta
-No –reí- en realidad quería ver esas cosas que hacíamos de chicos
-Siempre las guarde –me dijo acercándose y sentándose a mi lado- los cuido como si fuera oro
-Me dan gracia los dibujos que hacíamos –sonreí
-Sí, medio garabato lo mío –agarrando uno de esos papeles lleno de colores..
-Y ni hablemos de escribir –dije al agarrar un sobre blanco con letras en rojo- Esposito con c Peter! –reí
-Bueno, tenía seis años che. No nací sabiendo –contestó- igual, valía la intención
-Sí. Te juro que veo todo esto y me da alegría pero, a la vez, mucha tristeza –al agarrar un peluche
-Porque? –me pregunto al acariciar mi mejilla
-Porque me pongo a pensar cuando éramos chicos, y no me acuerdo de todo, solo de algunas cosas. Y creo que mis mejores recuerdos, la mejor infancia, la pase con vos y tú hermana. Y no acordarme de todo me pone mal. Y más cuando nos separaron, fue horrible eso –y dejé caer una lágrima.
-Vos te crees que yo también me acuerdo de todo? Lali, éramos chicos –secó aquella gota que corría por mi mejilla- pero mira el lado positivo, estamos devuelta acá juntos. Vos no querías encontrarte con ese amigo de infancia? –Asentí- y bueno, aca estoy. Ey, no te pongas mal. Ahora que estamos juntos tenemos que aprovechar eso y hacerlo durar
-Sabes que siento? Que acá hay esperanza –y él solo me miraba- yo nose si me imagino casada con vos y siendo el futuro padre de mis hijos, pero así, solamente estando así, me das alegría y mucha esperanza que voy a seguir con vos –sonreí
-Igual hay una pequeña diferencia, yo si te imagino casada conmigo y siendo la madre de mis hijos –ahora sonrió él y yo golpee su brazo suavemente al mismo tiempo que mordía mi labio inferior
-Me puedo quedar con una foto? –le pregunte al volver a bajar la mirada hacia la caja
-Con la que quieras –respondió- ah no, hay una que la quiero poner en un cuadro –la buscó y la miró para luego mostrármela a mí y ver como yo, con solo cinco años, lo abrazaba a él, con un años más, y sonreíamos mostrando todos los dientes hacia la cámara
-No vale, te agarras las más lindas –reproché y reí
-Hay otra que seguro te va a gustar –me dijo y busco otra de aquellas tantas fotos. Ahí me la mostro y me volví a ver, con la misma edad anterior, mordiendo un alfajor y él de la otra punta haciendo lo mismo. Yo solo reí
-Es re linda –sin dejar de mirarla
-Mas que vos, seguro que no –me dijo canchero y al mirarlo noté sus ojos sobre los míos
-Empalagoso lo tuyo eh –bromee- igual me gusto el alago –y me acerqué a él para juntar nuestros labios convirtiéndose en un gran beso
-Peter, sabe dond… -dijo alguien apareciendo en tal escena- Aaaaah! –se escucho gritar, y del susto, los dos saltamos y vimos a Eugenia tapándose la boca sin dejar de mirarnos- los vi! Los vi! –Mientras nos señalaba en tono de amenaza- nunca me iban a decir nada? Que malas personas que son –y se cruzó de brazos largando un pequeño puchero
-No tonta –reí- pasa que no somos nada
-Como no son nada? Me están jodiendo –dijo arrodillándose a nuestro lado- que onda, es una especie de que esto? Porque lo que yo acabo de ver fue un flor de chape
-Si dejaras de hablar te lo podríamos explicar –habló Peter- digamos que solo somos amigos con derecho a rose
-Wow, estamos todos a full con el rose eh –riendo la rubia
-Porque? –le pregunto su hermano y ella no contesto
-Porque viste que los adolescentes siempre hacen eso, por eso –interrumpí yo y volví la mirada sobre la rubia- eso sí, no digas nada a nadie, y menos que menos a Nico
-Ok, soy una tumba –y colocó sus dedos en los labios- que estaban haciendo, aparte del chape, obvio
-Recordábamos –contesto Pedro y miró la caja
-Hay fotos mías? –mientras desparramaba todo lo de que la caja
-No, solo mías con Lali. Tu caja tiene que estar guardada en el sótano
-Genial, ya vuelvo, voy a buscarlas –y se levanto para retirarse del cuarto
-Es insoportable, dios! –reclamo él
-Que malo –y ahora golpee su cabeza- es tu hermana che
-Sí, pero interrumpe los mejores momentos. En que estábamos? –sonrió con picardía y solo coloqué mi mano en su mejilla para acercarme hasta su boca y seguir con aquel beso interrumpido. Él me hacía reír. Él me hacia sonreír. Él me daba felicidad, protección. Él me daba esperanza.
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