Capitulo #37: Disfraces
-Sos un vago Peter –renegaba Euge mientras abrazaba a su hermano de la cintura y el la rodeaba con el brazo- es re tarde, hace frío y nos sacaste a caminar por la noche en vez de ir con el auto
-Disculpame, la que quiso hacer fiesta de disfraces para mi cumpleaños, fuiste vos, no yo
-Pero eso no va al caso. Tenias el auto ahí estacionado, que por cierto esta re sucio, y nos vamos caminando! Quien te entiende hombre?. Aparte, mirala a Lali, esta temblando
-Yo no tengo la culpa de que ande con remeras escotadas –se quejó y yo lo mire
-Tengo un saco puesto, nose si me viste. O capas que solo me ves cuando tengo remeras escotadas
-Uh, palo mal eh! –dijo Eugenia riendo
-Mira petiza, mejor no hablo porque no termino mas –dijo Peter y reímos- llegamos chicas –parándonos los tres en una casa donde la vidriera estaba invadida de disfraces
-No, están buenísimos! –dijo la rubia- ay no, que feo que es ese –al ver una careta de un monstruo
-Pero Euge, vos ya avisaste que mañana la fiesta es de disfraces? –consulté
-Obvio amiga, para que existe el mail? –rió y entramos los tres al local para comenzar a mirar aquellos disfraces que estaban uno más lindo que otros- bueno, yo opino que hay que disfrazarnos depende cada uno, no?
-Sí, habrá de la hormiga atómica? –Pregunto Pedro- para Lali –y lo miré para golpear su brazo y que el comience a reír- chiste che –y agarró mi cachete para estirarlo apenas
-Yo pido el de diablita! –grito Eugenia
-Ni loco! –Dijo Peter en un mismo tono- vos disfrázate de monja con una túnica bien larga
-De monja? –preguntamos las dos y comenzamos a reír para que luego Euge se pierda entre las prendas
-De que se ríe? –pregunto sin entender su hermano
-Ay Peter, nose si sos o te haces. Monja tu hermana? Es lo mismo que dijeras que yo…
-Que vos no gustes de mí, no? –me interrumpió y se acercó a mí con una gran sonrisa
-Para, aca no da que me andes tirando la jauría, esta tu hermana –en un tono bajo
-Y desde cuando te importa mi hermana?
-Tarado, es mi amiga. No da, y basta –en eso sentí algo en mi hombro que se apoyo fuertemente y al ver, era una mano de color verde con unas uñas larguísimas- aaaaaah! –grité y me abalance sobre Pedro para que el comience a reír
-Perdón enana –y comenzó a reír- no te quise asustar –y siguió con su risa
-Sos tarado Nicolas? Dios mio nene! Que susto! –me quejé
-Sí, y vos ninguna tonta. Ya esta eh! Paso el susto, podes soltarte de Peter –me dijo irónico
-Ah –y desenrosqué los brazos de su cuello- sí, sí –y el morocho me miró también riendo- Em, que haces por aca Nico?
-Me avisó Euge que venían a elegir disfraces y no me la quería perder. Aparte también me elijo para mí
-Venís mañana? –le pregunto Pedro
-Obvio papa! Una fiesta de Lanzani es imperdible –y lo abrazó de costado
-Chicos –apareció Euge con un montón de ropa en sus manos- ya tengo los disfraces para cada uno. Toma Lali –me entregó un vestido de princesa largo, color rosa y blanco con un antifaz del mismo color. Y me quede tildada. Ese disfraz, ya lo había usado, sentía que ya lo había usado. Y un recuerdo se me vino a la mente. Yo, de chica, usando ese vestido, bailando con chicos, pero no les veía la cara- ey La, estas bien gorda?
-Eh? sí, sí. Este, este es mi disfraz? –pregunté
-Sí, no está buenísimo? –Me dijo sonriendo- y este es tuyo Pipu –y le entrego uno de El Zorro y nuevamente el mismo recuerdo se me pasó por la cabeza pero otra vez no vi las caras de aquellos chicos- Lali, estas bien? La segunda vez que te quedas tildada
-Sí, todo bien. No, no pasa nada. Y Nico donde esta? –consulte al darme cuenta de que no estaba con nosotros en la ronda
-Ey! Como les va el disfraz de bombero? –dijeron, y al voltearnos los tres, sí, ahí estaba Nicolas vestido de bombero y revoleando la manguera. No mal interpreten, gracias. Los tres comenzamos a reír.
Disfraz de princesa. Disfraz de El Zorro. Disfraz de Bombero. Disfraz de diablita. Costo convencer a Pedro de que se hermana use semejante vestimenta, pero lo ablandamos al rato. Cuando Eugenia pagó todo, con alguna ayuda de Nicolas y un poco de la mía, salimos para irnos nuevamente caminando hasta la casa. Eugenia caminaba con su hermano, mientras le hacía bromas pesadas sobre mí. Yo iba arriba de Nicolas que a veces comenzaba a correr rápido y lograba que comience a gritar, pero luego terminaba con una risa. Nos acostamos tarde, ya que tuvimos que alistar toda la casa para la fiesta del dia siguiente. Aunque solo nosotras dos éramos las que preparamos todo, ya que los hombres se sentaron a ver un partido de rugby. Y más o menos, tres de la mañana fue el horario en que nos acostamos en las camas para consolidar el sueño. Mañana era su cumpleaños.
Mañana había fiesta de disfraces. Mañana, nose que pasaría.
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